Tuesday, December 3, 2013

Como desnudas olas de medianoche…

Guardo en mi garganta, tú voz…
Que clavada llora en mi pecho
Asfixia que sofoca…
Beso olvidado…
como testigo...tu almohada
Sangre de nuestro primer encuentro
Huella indestructible,
Maldición imborrable,
Mi sueño…

que calo por dentro…
Y cuando nada sea ,
aun estarás en mí
Cuando no haya más auroras
y las golondrinas emprendan su vuelo
Peregrinare hacia ti…provocaras mil razones.
Gritare tu nombre
Ahogare la luz que fugaz rozaba nuestras sombras
Como desnudas olas de medianoche
Mis brazos envolverán tu espalda
Entre gemidos, Locuras, fantasías locas
Que solo tú, el tiempo y yo cómplices
Testigos de nuestras madrugadas



Monday, December 2, 2013




Hoy visite la catedral del alma… donde habitan los maestros

te buscaba…

Precisaba saber que eras tú a quien soñaba.

Existias…

lejos, pero aun estabas.

Con tu soledad atada a mis espaldas,
era demasiado el peso!
Caminabas triste,sola
e Intente hacerlo a tu regazo.

Entre en tu caos,
Por un instante sentí que era el mío…

Recorrí tu feudo donde la angustia se adueña de los espejismos
el infinito se hace espacio muerto.
Donde no hay cristales que indulten tu cuerpo
Aprendí de tus noches, de tus silencios
fuiste ritual de mi templo

Tumbado en los empiedres de tu corazón vi aquel vagabundo
Dueño de una espera
Era yo,
Mis sentidos te sentían mas allá donde la aurora no alcanza

Tu alma desnuda,
desesperada por olvidar su soledad,
como tu segunda piel!

Retomamos aquel camino olvidado…
Fundidos como el acero que no quiebra… nos acariciamos.
Dijiste te amo... fue un sello que retumbo en el eter.
Pero no eras tú quien hablaba…
era tu pecho quien gritaba
No hubo más rocío, el edén abrió sus puertas
Lo comprendí todo
Supe que en el amor todo era posible
Que la vida es tan corta,
Que nunca debimos abandonar nuestros sueños
Comprendí que todo pasa
Que el amor no es eterno
Que la lluvia se lleva
Lo que no se lleva el viento.
Aun el dolor más intenso
y comprendi que era a otra a quien queria

.

Velico Auriolis.
Aquel Viejo Puente Olvidado...

 El Viejo puente encontró su soledad
Cuando partió en silencio en busca de su futuro
 Como réquiem olvidado,
testigo de mil respiros
Fuente de nostalgias e ilusiones
que alejaron sus orillas Irremisiblemente
lejos de la tersura de los amantes
 Cuantos pies descalzos cruzaron sus raíces mojadas
De viento y agua
 Arrastrando mil cristales lacerados de su orgullo
 Cuantas, musas, huellas y monedas cayeron al abismo
 Bajo la insomne caricia de la noche
Circulando sin tregua sus cristalinas gotas de lluvias
 que humedecieron el camino
Debajo de sus lujuriosos arcos
 De sus rasteles de piedra dura fiel testigo
Del rio que soñaba con ser puente
Y solo alcanzo ver del viejo puente Su despedida.
Testigo mudo de fantasmas vagando sin andenes
De siluetas arrastrando sus opuestos senderos
de misteriosas razones como si fueran de un bisiesto febrero
 Cruzando a la deriva entre sus propias dudas
 entre pisadas perdidas
 Admiración de pintores y poetas
 Desde sus piedras pintaban historias
Escribían oleos con pinceles de fantasías
 Cuanto vacío sintió el viejo puente
 al quedar lejos en las sombras de un descanso eterno
 En la oscuridad de un verso olvidado del poeta
O en el óleo del pintor que se convirtió en asceta
Aquel viejo puente que otrora orgulloso
Abría en su seno de agrietadas memorias
 A los que un beso compartían sobre su trecho
 Entre viejos adoquines de esperanza
 Dejaron huellas en cada ausencia de sus Lunas
Olvidado el viejo puente partió solo y triste
 En busca de la bruma.
Cuando pase el tiempo
Entre tu alma y la mía,
Quien que detuvo su andar
y paro un instante frente a tus labios
y se perdió en tu mirada.
 Cuando cansado este de otras camas
 aun entre sabanas de seda
 murmurare tu nombre
me preguntare en el silencio de mis muertes
 Donde estarás?
 Dime por favor? Donde?
La Última Cruzada…

 Sentí las hordas de tus fantasmales legiones
 Desfilar triunfante por mis murallas de naipes rotos.
 En los balaustres de mis celdas aun habitan los naufragios
 De las desnudas albas
que aflorando sueños
convivían en las impúdicas sombras
 Como anclas que penetran las arenas sin Dioses del Olimpo.
 Como memoria ancestral dejaste en mí Impregnado el cáliz de tu Piel,
 Mitología, Ritual e Imperio fuiste De mis perdidos tiempos…
Yo, ganador de mil batallas, no pude derrotar tus utopías.
Lance mis huestes a vencer por el Sol naciente
Cuando Debí sospechar que tus campañas Barrerían mis espíritus por el poniente
 Golpeando con lanzas invisibles mis rasgadas bardas…
 Eleve mi estandarte a lo alto de mis montañas
 (Nunca quise perder esta interminable guerra)
Al ver las aves que un día volando sobre mis ventanas
 Oscurecían sus nidos dibujando la noche en sus perdidos vuelos Sin alas,
 La alegría se alejó sin despedida.
 Apareciste
 Solo un instante,
 Desnuda sobre tu corcel de hembra estatua,
 En la bruma que provoca la batalla
 Busque tu faz en los cristales rotos,
 Entre las heridas de mis venas
 Y la confusión del relámpago…
 Solo conseguí ver tu rostro perdido en el crepúsculo
 De mujer enamorada
 Clamando su última cruzada.
Instantes...

Instantes robados a las sombras…
Hembra de mármol que derrama desafíos
Desamores en ciernes que agrietan los pies descalzos 
Que en silencio pisan cansados sus ausencias
Huellas de versos olvidados
Heridas que calan huesos raidos 
Vacíos que inertes ocupan el pecho
Palabras nunca dichas
Miedos acumulados
Poemas sin títulos
Batallas ganadas en el destierro de los vientres
Amores divididos
Días húmedos y de lujurias
Recuerdos estériles, indolencias…
Olas sin océanos
Faltabas tú
como gaviota en el mar de invierno
Sin nombre
Como tierra perdida en la ingratitud de sus sequias-
Entre selvas que descansan en la quietud de las ostras
En la soledad de un olmo que olvido sus raíces
Como cascada helada en otoño
En la esperanza que se alejó de sus horas…El tiempo.

Franky De Varona.
Derechos Reservados 2013.